sábado, 30 de mayo de 2009

Días 6 al 8. Sorprendidos con Sucre!! (la nueva vida, post sorochipíl)



Gracias señora del hotel F*** por recomendarnos las pastillas! Ya estamos mejor, comiendo con ganas y sin náuseas (Nati en realidad, saben que Rulo come y traga y opama la problema...) y a punto de tomar el bus para viajar cuatro horas a la capital de Bolivia. Gracias a esta tableta vamos a pasarla MUY bien en Sucre. A ver...


Como no hicimos el tour a las minas de Potosí, pudimos llegar antes de lo previsto a Sucre. Buenísimo, porque pudimos ver al sol a esa hermosa ciudad. Para hacer tiempo hasta el momento en que habíamos previsto el encuentro con nuestros host (amigos de Couch Surfing que nos alojarían) nos quedamos en una pequeña placita céntrica. Estaba poblada por varios artesanos, a los que escuchábamos de lejos deduciendo sus procedencias: Francia, Argentina, Bolivia y España. Nos acercamos un momento a preguntar algunas pavadas para hacernos amigos; no funcionó muy bien, quizás porque ya casi estaban yéndose, quizás porque nuestra situación higiénica les repeliera un poco (sí, a los hippies).

Sentaditos en nuestro rincón marcado por las mochilas, simplemente esperamos y observamos entretenidos. Hasta que el destino, como siempre tan buena onda con nosotros este amigo, nos acerca a un amiguito bien entretenido.

- Hola... ¿mepsentar aquí?
- Sí, claro
- ¿Deonde son ustedes?
- De Argentina... ¿vos?
- Io ‘ e C-lombia...

El borrachín de menos de 25 años y gestos faciales algo anárquicos se balanceaba pa´quí y pa´llá, casi tanto sentado como parado. Y empezó el cuestionario, claro...

- ¿Y kiasen po acá?
- Nos estamos yendo de viaje hacia México
- ¿Y pqué se'an a Méhico?
- Y porque queremos trabajar allá y queremos vivir ahí...
- ¿Y bqué no se quean en Ajjentina?
- Y porque allá está difícila para trabajar, y queremos conocer otros lugares...
- ¿Y oqué se an io de Ajjentina...?

Bueno, así marcha atrás y adelante con el amigo preguntón, que intercalaba preguntas con una carga de tarjeta en el celular, mensajitos y una llamada a algún amigo. En un momento de nuestra charla adoctrinante (porque claro, con sus 23 o 24 años él nos explicaba como era la vida); en una de esas, digo, recibe una llamada.

- ¿Oa, coesás?
- ...
- Bien aquí soy en Sugre... –NO! nostoy borasho! Que no estoy borasho, sostuve bebiendo
-...
- Bero que de digo que no esoy boraaaashoo!

Clak!, o sea tecla END. Era el hermano que vivía en Bélgica o por ahí y que le mandaba plata mensualmente, con la que el borrachín bss... saes cómo vivo io aquí con ese dinero pues...

Bueh, después nos contó e hizo algunas cagadas más, y entre otras cosas respondió a nuestra pregunta sobre “algún lugar de información turística” diciendo que EL era la información turística!! Grosso el man...

Un rato después fuimos a la casa de Gaelle Coquempot, que sería nuestro verdadero sweet home por esa noche y los dos siguientes días. Nos recibió Miguel, o Mika, y la primer sensación fue algo como “mmm... qué cortado este man...”. Dos días después nos despedíamos de él y los demás a los abrazos, realmente con una excelente impresión acerca de ellos y muy agradecidos de su excelentísima onda.

Mika es el novio de Gaelle, nuestra amiga Parisina de Couch Surfing. Ella estaba en la cocina haciendo “pipocas” y se acercó a saludarnos en el patio interno de la casa, donde luego cenamos y almorzamos también el último mediodía. Desde que llegamos nos ofrecieron comodidades, comida (riquísima Gaelle, oh le cuisine francoise!) y todo lo que nos hiciera falta.
Fuimos a comprar unas cervezas con Olga, una chica española que comparte la casa con Gaelle, Mika y Lucas, un chico argentino que trabaja de payaso. A Olga le gusta mucho hablar y nos ha divertido con sus historias y comentarios, a veces bien ácidos, ja! Gaelle a esa altura hablaba poquito y se reía siempre, muy suavemente. Mika preguntaba por nuestro viaje y comentaba cosas de México y otros lugares por los que había viajado.

Esa noche comimos una sopa de vegetales y unos fideos con una salsa increíble! Pensábamos ir a un bar que nos habían recomendado, pero nos ganó el cansancio. Así que en un rato estábamos inflando los colcohnes y acomodándonos en la habitación que los chicos nos habían armado con un telón negro (“para que tengan su privacidad...”).
Dormimos felices y al otro día arrancamos temprano. Visitmos el mercado central y el museo etnográfico en el centro, todo alrededor de la plaza principal, 25 de Mayo. Desayunando en la plaza, sopas y pan, escuchamos que se acercaban unas bandas. Al ratito se armó un concierto con dos bandas sinfónicas universitarias, una tenía un estilo medio militar en su formación, vestimenta y estilo de toque (ya van a ver las fotos).
Después de escuchar unos discursos oficiales medio rancios (apuesto a que el benemérito, dignísimo y aburridísimo estilo se repite en todo el continente), tocó la primera banda y la escuchamos un rato. Sonaba realmente bien, excepto en los tonos muy altos en los que los vientos se iban un poco al caralho. Hablando de los instrumentos, eran una bocha. Por lo menos 12 vientos, un bombo central (era realmente el corazón de la banda, puesto en el centro y golpeando al caño), dos especies de timbales de tres cuerpos, dos redoblantes, dos platilleros, dos xilofones y había más...

Salimos de la plaza y fuimos al Musef, museo etnográfico y folklórico de Sucre. Increíble. Hay una exposición permanente de máscaras de rituales y festividades indígenas de varios pueblos. Guau, excelentes. Algunas muy fiesteras y “venecianas”, otras medio diabólicas, otras con expresiones medio sádicas... Hechas algunas en madera tallada, otras en papel pintado, tela, chapas metálicas, incrustaciones de plástico y plumas; estaban todas suspendidas en el aire e iluminadas con spots focales en un par de cuartos completamente a oscuras.

Saliendo de ahí, cerca del mediodía, tomamos un bus para acercarnos a la Recoleta, una zona de relevancia histórica, con construcciones coloniales y un mirador excelente desde donde se ven la plaza central, iglesias, edificios públicos, cerros, valles, cielos que los tocan... ao fim...

Después de descansar un poco y charlar con un loco artesano, peruano de viaje por Latinoamérica con muy muy buena energía y paz profundamente contagiosa, abrió el Museo de la Recoleta. Se trata de un antiguo convento del siglo XVIII –que tiene en un jardín trasero un cedro de 1500 años. ¿¡VIVO!? Sí Susanos, vivo-, convento en el que asesinaron a un presidente Boliviano en alguna revuelta. La verdad es que el guía tenía poquísima onda, nos hizo recorrer muy rápido el museo que era bastante amplio y no esperó a todo el grupo para empezar los parlamentos en que describía cada espacio y las obras que allí habían. Malo, caca nene.

De ahí volvimos al centro para comer en el mercado, yeah! Eran casi las cuatro de la tarde, así que no quedaba mucho para elegir. Por doce bolivianos cada uno (un poquito mas de un dólar cincuenta) comimos una milanesa con ensalada (Nati) y un mondongo con mote (Rulo, con mongo por mote). El mondongo no es como el de Arg y Py, sino que se trata de una carne tierna guisada en una salsa bastante picante; el mote es un maíz con granos bien grandes y blancos. Después, casi por pura curiosidad, me reventé con un chorizo que llevaría no menos de cinco horas en una sartén cocinándose. Fatality...

Un rato mas tarde, para completar el recorrido céntrico obligatorio, pasamos por La Casa de la Libertad, donde había un concurso de pintura que tenía como protagonista de las obras a Juana Azurduy de Padilla y dio un primer puesto realmente hermoso.

Volvimos a casa y estuvimos charlando y compartiendo un poco de música con Mika. Más tarde salimos a comer con nuestros hommates y unas chicas francesas que trabajan en voluntariado. Y después conocimos el Shisha bar. Muy interesante lugar, creo que un indispensable de Sucre. Si llegan hasta su puerta y ven una enorme faja de CLAUSURADO atravesándola, sólo tienen que golpear fuerte y los dejarán pasar. Shhhhh... así se entra, ñembotavy nomás.

Al otro día, miércoles, nos levantamos algo tarde por el cansancio del día anterior. Dejamos listo nuestro hogar-alacena-vestidor-equipaje para el siguiente tramo del viaje y fuimos a hacer algunas compras. Más tarde volvimos, almorzamos con los chicos y un rato después nos despedimos. Hubo un pequeño ratito donde nos tocaron algunas canciones con un piano flexible de goma (Gaelle) y un charango (Mika). Entre medio de esto, conocimos el mercado central de Sucre (algo como el Mercado 4 pero más chico, con menos descontrol y menos onda) y también el parque Bolívar. Varios parques de Bolivia, también en La Paz, tienen arreglos con flores buenísimos, formando figuras y textos. Todos estos lugares están bien limpios y bastante llenos de gente.

Un poco después de las siete de la tarde, tomábamos el bus a Cochabamba. Hacía bastante frío en la terminal, habíamos llegado antes de las siete de la mañana después de un viaje con poco descanso para el cuerpo.
Rulo venía con las tripas medio apuradas así que tuvo el honor de conocer el baño de la terminal. Otra que las orquestas de Sucre!! Aunque se escuchaban sonidos no muy afinados y casi en nada acompasados, los casi veinte músicos orteriles no dejaron de emitir sus pffff, rack, flor y prrrr durante toda mi espera. Era curioso, todos los retretes estaban ocupados (harto evidencias había) y había no menos de diez personas esperando su turno para entonar. Entre ellos, yo que no tenía monedas para pagar el baño (todos los baños se pagan, un boliviano la mayoría), y por lo tanto no había recibido mi ración de papel higiénico. Bueno, no voy a alargar más este segmento, sólo agregaré que mis tripas me pusieron contra las cuerdas, toqué mi instrumento cual solista del altiplano y, sin papel y con la mochila de Nati como única fuente de recursos higiénicos... me sentí Siempre Libre.

Después de que Nati tomara su turno de alivio y aseo al abrigo de la orquesta femenina, salimos caminando para el centro, sin las mochilas (en el guardaequipajes de la termi). Recorrimos un poco, entramos a un Museo Arqueológico de Cochabamba –el más interesante e increíble que he visto hasta ahora en este viaje y en mi vida-, allí nos guió un señor mayor muy amable y muy grosso respecto al conocimiento de la historia de las cosas que allí se veían. Una de las más interesantes, era una traducción de los diez mandamientos católicos a ideogramas para el entendimiento de una de las tribus de acá, Tiawanaku o Tiwanku (no recordamos bien, pero ya corregiremos y mandaremos la foto).

Luego de estar en ese excelente lugar, fuimos a una especie de gran comedor como de mercado central, sólo que no había mercado. Ahí, cada tres metros se extendían largas mesas en paralelo, a ambos lados de un corredorcito central. Mientras lo caminás, las cocineras te van pregonando lo que tienen, invitándote enérgicamente a ocupar sus mesas.
Hay también un videito con las frases que repetían constantemente, enunciando todos sus platos; era algo como “hay sopademaní, falsoconejo, majadito, ranga, asadoenoia, riñon”.
Después de querer todo y preguntar por todo, nos decidimos por un falso conejo (milanesa) con fideos y un majadito (huevos y banana frita con arroz), y pedimos también un jugo que sabía como a durazno.

Felicísimos y tambaleantes salimos del mercadito, agradeciendo a quienes atendían el lugar. A las pocas cuadras, las tripas de Nati dijeron “ey, era muy denso eso, necesitamos sacarlo... ya”. Nuestra aliada la suerte nos ofreció la puerta de un baño público unos minutos después, en pleno centro de la city. Ahí fue pues mi cholita a encontrarse con un excusado (hoyo en el suelo con losa) que salvó el moment.
Desde el centro tomamos un bus hacia el teleférico que sube hasta el Cristo de la Concordia, donde hicimos videitos y algunas fotos tontas y turísticas. Desde ahí también nos dimos cuenta de lo grande que es Cocha, a la que creíamos chiquita y aburrida en un principio, a decir verdad.

Bajando del cerro, hablamos por teléfono con Andrea de Couch Surfing, con quien arreglamos para juntarnos a la tardecita. Fuimos a merendar y descansar al centro, donde comimos empanadas, una humita y tomamos un Mojonchinchi. Es un refresco que nos llamó la atención desde que lo vimos al llegar a Bolivia, ya que se trata de un agua oscura y translúcida con un “algo” reposando en el fondo del vaso. Continuando con el tono escatológico de este segmento, pero sin faltar en nada a la verdad ni forzar ni un poquito las imágenes, diremos que ese cosito que coloreaba el agua era: marrón, redondeadito y algo baboso y brillante. Se trataba de un trozo de durazno seco, un orejón. Rico al fin y al cabo...

Un rato después nos juntamos con Andrea y otros chicos del Couch, uno peruano, uno boliviano y uno argentino. Necesitamos decirlo: este argentino, como muchos otros, era moooooooooy argentíiiiino ¿viste? Si te lo digo sho es así porque sho te lo digo, ¿vistes?
En realidad era correntino y no hablaba sheshé, sino con lleísmo. Pero su actitud era cincuentamil veces esa argentinisima, criticando la vida y los modos de los bolivianos, cosas del bar al que fuimos, etc. La verdad es que, de una extraña forma, se siente lindo parecerse más a los bolivianos que habitaban la mesa que a nuestro compatriota. Muchas veces hemos sentido lo mismo estando en Paraguay...

Igualmente compartimos con todos una divertida y animada charla, nos contaron sobre algunas festividades populares bolivianas -algunas organizadas por las cholas-, viajes y lugares interesantes por conocer, el trabajo en Bolivia y otras historias.
Pasamos algo más de una hora en el Co-café Cultural (pequeño y muy cool, lleno de nohablaepaniol people), comimos una microminipicada y probamos dos cervezas bolivianas. La Huari es algo fuerte, se parece a la Pilsen de Paraguay; la Taquiña es más onda brasilera, aguadita y suave.

Desde el Co-café acompañamos a los chicos a otro lugar donde iban a cenar, enseguida nos despedimos de ellos, nos desearon suerte y nos fuimos a la termi (apenas 17 horas después de haber llegado a Cochabamba!). Conseguimos unos pasajes baratos en un muy buen bus (el primero con baño desde que viajamos por Bolivia) y 7, horas después, llegamos a La Paz.

Después les contamos el resto. Mañana a la tarde nos vamos de La Paz hacia Copacabana, la ultima ciudad boliviana de nuestro trip. Pasando el lago Titicaca estaremos en Puno, Peru.


Informaron, entretuvieron, seguramente divirtieron y también asquearon desde La Paz, Nati y Rulo para locaeialocoio, nuestro puntito de encuentro en el dial de tu PC. Shi, claro que shi…


13 comentarios:

Formonauta dijo...

jajaja
me hicieron... no quiero ser vulgar ante desconocidos... me hicieron estar como haciendo cola en un baño después de comer tanto picante de la risa :)
Muy placentero y entretenido leerlos, con todos esos efectos de sonidos y olores y sabores (falta el táctil, cuando metan la mano en el Titicaca, ahí veremos, brrrr) uno no quiere que se termine el cuento! así que, que no se termine!
Copacabana es muy cool, en el sentido cool de que esta lleno de lugares y gente cool. Parece disneylandia para mochileros, pero es bellísimo, me quería quedar muchos más días ahí después de venir haciendo dedo demasiiaaaaaaaaaaaaado lento desde Cusco hasta Puno, con muuuucho cansancio, mucho frío, mucha falta de agua caliente pa bañarse, mucho calambre y entumecimiento porque casi todo el viaje fue en la cabina de un camión con el chofer, su mujer y sus cuatro hijos, mi acompañante que medía dos metros, y yo, jeje. Familia inolvidable! así es la familia latinoamericana, donde entran 20 entran dos más.
No hago estos comentarios por alardear, pero es que me despiertan todos esos recuerdos y a la vez me muestran cosas que no pude ver, cada viaje es único, igual que cada relato.
Me hace muy feliz leerlos :)
si un día se cansan de escribir, porque suele pasar que preferimos disfrutar el momento en vez de sentarnos frente a un teclado donde te arrancan la cabeza por un ratito de internet (suele pasar), si por ahí se corta la inspiración, piensen en sus lectores que aliemtan sus espíritus con sus aventuras, y agarren el maldito teclado otra vez, aunque sea 10 minutos ;)

Formonauta dijo...

Me estoy releyendo, no era de Cusco a Puno, de Nazca a Puno!! esos paisajes son alucinantes, los colectivos los pasan de noche y te perdés la versión peruana de los Alpes de Heidi. Hay muchas Heidies con trenzas laaargas por ahí, pero si te ven que les sacaste una foto, ayayayaaaay, te putean porque claro, les robaste el alma! una sola vez te pasa, después te da miedo (al menos a mí). Coman esos choclos banco gigantes con quesillo de cabra embolsaditos, mmmmh, qué ganas, ya me va a tocar a mí salir a la ruta otra vez ;)

TereR dijo...

Chicos que alegria saber de uds, conocer lugares y... Cris te pasas con los relatos!! me matan... de risa!! Bue... besos y toda la onda para los dos. Tere

Mara y Pato dijo...

no no no...lo de shisha bar (relato + foto) es lo mas!!! jajajaja..no pueden terminar en ese lugar jajaja...y lo de mojonchinchi..eh nada..pasamos de largo..(rico para el terere dice pato ) jaja..besos lo queremos...

Cristian Ochoteco dijo...

Gracias muchachada!! La verdad es que a veces da un poquito de pachorrita agarrar la compu. Habiamos empezado a hacerlo cuando ya teníamos mucho or escribir y nada escrito...

Bueno, despues nos colgamos un poco con otro costado negativo que es pasar dos o tres horas conectados desde la casa de nuestros hosts...

En fines, gracias por seguirnos, MUCHISIMAS GRACIAS CECI por coparte con ponernos en la web y seguramente les escribiremos otro post mañana o pasado, contándoles de La Paz.

PARA LOS QUE VEAN ESTE COMMENT, PUEDEN VER UNA NOTITA ACERCA DE NOSOTROS EN WWW.ENVIAJES.COM, ESTO GRACIAS A CECI HAUFF!!

Besos para todos!! Adios!

Unknown dijo...

Que grande el ocho siempre libre. Ya sabés que se siente ser mujer...
Aguante los relatos y pongan fotos ya. Un abrazo

Mel dijo...

Holaaaaaaa amigoooo cibernético!!! Cómo va? vaaaa que pregunta la mía por lo que leo GENIAL !!! Nati es tu pareja cierto??

Me alegro mucho pro ustedes que la estén pasando tan lindo, debe ser una experiencia increíble...

Como verás llegué acá através del mensaje q me dejaste en el blog, gracias por pasar y firmar, es lindo saber que a alguien que no conocemos le gusta lo que escribimos y sobre todo que de vez en cuando pasa a dejar saludos...

Hablando de dejar saludos un beso grande a Nati, otro para vos... y felíz viaje!!!

Desde Córdoba, un abrazo,
Mel.-

P/d: sigan contando sobre los lugares q visitan que a los que estamso acá nos gusta y entretiene!!!

irma dijo...

HOLA CRIS Y NATI EN BUSCA DE NUEVOS RELATOS ENTRE AL BLOG, CREO QUE POR AHORA ESTAN ALEJADOS DE LA COMPU, CON SEGURIDAD ESTARAN DISFRUTANDO NUEVOS BELLOS PAISAJES TAL VEZ DE PERU. LA MEJOR ONDA PARA UDS.CHICOS, ESTA AVENTURA ES DESOPILANTE. BESOTES Y ABRAZOTES

Cristian Ochoteco dijo...

chicos ahi les mandamos un nuevo mail! Los relatos de LA Paz, COpacaba a e Isla del sol vienen con retraso pq andabamos sin internet y con mucho por conocer y caminar jajaj

asi que besos por ahora, sepan q esta todo josha y la tamos pasando genial y en estos dias estaremos poniendo algo en el blog!

ADIOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!! Ah, y en unas horas terminamos Bolivia y pasamos a Peru! YEAH!

Pachi dijo...

Atrasada en la lectura! Pero disfrutando cada oración, cada párrafo!!! Que experiencia increíble, y tantas gracias por un relato que estoy segura a más de uno lo trasladó a esa maravillosa aventura!!! Los quiero mucho, y no hay día en que no surja una sonrisa por algún recuerdo de alguna andanza. Besos besos y besos, los extraño!!!

Pachi dijo...

No puedo, necesito decirte esto jajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Petrooooooooooo seguro hina andás sin bañarte, creo que nunca más vas a poder criticarme y decir esas mentiras y calumnias que solías decir. jajajajaaj Besote pet, Pilpol

Cristian Ochoteco dijo...

por fin apareciste pendejaaaaaa!!!! Q picó es tu vida? Mandá un mail che!!!

Besos a tu flia, esperamos q la abu esté bien! chauuuu

Unknown dijo...

Muy entretenido y grafico Cris! Creo que tenés linda pasta para hacer novelas o cuentos! Abz